“Gloria a Dios que me llamó y me sostiene en esta misión, servir con alegría y esperanza»

Jolman Ávila, sacerdote de la Arquidiócesis de Cali, comparte su experiencia vocacional y de fe. Nació en El Cairo, Valle del Cauca, y creció en el campo en una familia sencilla y creyente. Desde niño sintió cercanía con la Iglesia, influenciado por sus abuelas y la tradición familiar.

Tras terminar el bachillerato y cumplir servicio militar, trabajó un tiempo antes de decidir ingresar al seminario. A los 27 años comenzó su formación en el Seminario Mayor San Pedro Apóstol, donde permaneció ocho años. Este proceso le ayudó a superar timidez y dificultades personales, fortaleciendo su vida espiritual y humana. Durante la formación, vivió momentos de duda, pero la oración fue clave para perseverar.

Se ordenó sacerdote el 18 de junio de 2019. Ha servido en dos parroquias: San Cirilo de Jerusalén, en una zona vulnerable, y actualmente en San Martín de Porres. Destaca la importancia de la humildad, la cercanía con la comunidad y la devoción a la Virgen María. Agradece a Dios por sostenerlo en su misión y anima a quienes sienten inquietud vocacional a dar el paso y confiar en el Señor.

Concluye invitando a responder con generosidad al llamado de Dios, sea en el matrimonio, el diaconado, la vida misionera o el sacerdocio, y recuerda que la oración es fundamental para discernir.